MADRID 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El sector financiero ha demandado que se acometa una simplificación regulatoria en la Unión Europea, pero que "no se camine a lo loco" y que haya un "horizonte claro" que busque mejorar la eficiencia de la economía europea y que, a su vez, conduzca a la competitividad de la región frente a otras jurisdicciones, en un contexto marcado por tensiones geopolíticas y la guerra comercial de EEUU.
Es una de las conclusiones que se han trasladado en la mesa de debate organizada este martes por el Instituto Español de Analistas y que ha acogido a la presidenta de Unespa, Mirenchu del Valle, al presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, al presidente de la Bolsa de Madrid, David Jiménez-Blanco, a la directora general de la Asociación Española de Banca (AEB), María Abascal, y al director corporativo de Servicios Asociativos y Recursos en CECA, Antonio Romero Mora.
El presidente de Inverco ha afirmado que es "ahora o nunca", cuando los movimientos geopolíticos han hecho que Europa "despierte", el momento en el que la región tiene que ponerse en marcha "ya y de una manera clara, con un horizonte claro" y se plantee hacia dónde va y qué es lo que busca. "Queremos simplificación, sí, pero no podemos caminar a lo loco y no tener un horizonte claro", ha aseverado.
Así, Martínez-Almada cree que la simplificación no solo pasa por reducir indicaciones y normas, sino también por cambiar la "arquitectura institucional" de la Unión Europea, tanto legislativa como supervisora, que "más que un acelerador, es un freno a los cambios".
En esta misma línea, el presidente de Inverco ha llamado a tener en cuenta el principio de proporcionalidad de las normas, que deberían ser más flexibles cuanto más pequeña sea la empresa, que se coordinen los tres niveles normativos, puesto que cuando medidas de nivel 1 --las de carácter más general-- entran en vigor, todavía no están aprobadas las de nivel 2, y tener un sistema 'bottom up', es decir, que los esfuerzos vayan de los Estados miembros al seno de la Unión Europea.
Al respecto de esta última cuestión, Martínez-Aldama ha afirmado que Europa y sus estados "solo reaccionan cuando les aprietan el cuello", algo que se ha visto también en los ámbitos domésticos: "Cuando los mercados aprietan, cuando la situación económica aprieta, toman medidas. Hay algunos ministros que lloran porque tienen que tomar medidas impopulares, incluso algunos, en otras geografías, que apelan a la población a suicidarse por el bien del sistema de pensiones", ha trasladado.
Por su parte, la directora general de AEB, María Abascal, ha celebrado que Europa se ha empezado a mover, en referencia al plan europeo para ganar competitividad, conocido como Brújula para la Competitividad y en el que se enmarca un paquete ómnibus para simplificar el reporting de las empresas en materia de sostenibilidad, 'due diligence' y taxonomía. "La sensación es buena en el sentido de que parece que Europa quiere hacer las cosas de otra forma", ha asegurado.
Sin embargo, ha precisado que la región necesita pasar "de los informes [como los de Mario Draghi o Enrico Letta] a la acción. Europa ha ido demasiado lejos con la regulación". Ha recordado, además, que la región se enfrenta a ciertos retos como el abastecimiento energético, el de seguridad o la innovación, pero que para ello, cuenta con un sistema financiero "fuerte, preparado y organizado".
Por su parte, el directivo de CECA considera que no basta con la simplificación regulatoria, sino que ha pedido "ir más allá" y modificar la forma de legislar en la Unión Europea. De hecho, y en línea con el presidente de Inverco, ha señalado que habría "reequilibrar" los niveles de regulación, puesto que la mayor carga regulatoria procede de las normas de desarrollo (nivel 2 y nivel 3) que están "ahogando a la industria en montañas de requerimientos".
También ha pedido que se ahonde en la proporcionalidad de las normas, que se sea "más generoso" y que se incluyan no solo a pequeñas entidades, sino también a las medianas, y que la simplificación no sea solo en la regulación, sino también en la supervisión. De hecho, los expertos presentes en la mesa han puesto de relieve que desde hace unos años han aumentado los test de estrés de las entidades de tres a ocho ejercicios al año.
"Tenemos que aplicar esa misma reflexión a nivel nacional porque si no perdemos coherencia en la consecución de los objetivos que estamos planteando", ha concluido Romero Mora.
La presidenta de la patronal Unespa, Mirenchu del Valle, ha abogado por una simplificación, no tanto de lo ya aprobado, sino de aquello que está por aprobarse. Como ejemplo, ha explicado que la revisión de la normativa de Solvencia II contempla 25 nuevos actos que se suman a los que ya tienen. "Ese desarrollo de las normas de nivel 1 muchas veces ahoga a las empresas y son normas que se conocen en un estado muy cercano a la aplicación de la directiva", ha trasladado Mirenchu del Valle.
Además, ha reclamado que, en este nuevo rumbo de la UE, se dé un impulso a la actividad financiera, a la capacidad de financiación, de inversión, de generar ahorro con "buenos productos" y a la capacidad del sector asegurador de proteger adecuadamente los riesgos.
REVISIÓN DE LA LEY DE CONTRATO DE SEGUROS
Del Valle ha aprovechado también para reclamar que se revise la ley española de contrato de seguros de 1980. "No sé si se podría hablar de simplificar la ley de contratos, pero también sería necesario adaptarla a los nuevos tiempos porque el hecho de tener una ley tan antigua provoca también determinados obstáculos que tienen que superar las empresas", ha aseverado.
Por último, el presidente de la Bolsa de Madrid, David Jiménez-Blanco, ha rechazado la idea de que la regulación estadounidense sea menos compleja que la europea, afirmando que cualquiera que haya hecho una admisión en el mercado de EEUU sabe que la normativa es "igual de complicada o más, y más costosa en abogados y otros conceptos". Sin embargo, ha admitido que es "más previsible" y probablemente más rápida.
Sobre la posibilidad de crear una SEC europea, un supervisor único europeo que se asemeje a la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU, Jiménez-Blanco cree que sería "un paso en la dirección correcta", aunque "modesto", porque puede pasar que se pase de "27 reguladores a 28 muy fácilmente" y ha dudado de que cada una de las CNMV locales "decidiera que ahora es fenomenal que lo hagamos todo desde Bruselas".
Así, cree que solo dar el paso de crear un supervisor único no tendría ningún efecto en Europa, puesto que la cuestión sería qué legislación aplicar, teniendo en cuenta la diversidad de normas de los Estados miembros, no solo en materia estrictamente de los mercados, sino también en materia concursal, de OPAs, fiscal, etc.