MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha afirmado que se volverán a subir los tipos de interés si es necesario, aunque también ha reconocido que los efectos del actual ciclo de endurecimiento monetario son "fuertes", pero acusan un cierto "retraso", pues aún tienen que transmitirse plenamente a la economía.
"Ya he dicho que nuestro objetivo, nuestra misión, es devolver la inflación al 2% a medio plazo, y lo haremos, y está ocurriendo mientras hablamos. Insistiremos en esto el tiempo que sea preciso y estamos dispuestos a hacer más si es necesario", ha asegurado la francesa.
Según ha explicado este viernes en una mesa redonda sobre la economía global celebrada en Marrakech (Marruecos), se está produciendo "un endurecimiento de las condiciones financieras como nunca antes se había observado".
En este sentido, Lagarde ha subrayado la importancia de la comunicación por parte de los institutos emisores ya que los retrasos a la hora de transmitirse la política monetaria requieren de "paciencia" por parte de los agentes económicos responsables de 'anclar' las expectativas de inflación.
La presidenta del BCE también ha advertido de que aún no está claro cuán grande será el "impacto desinflacionista" que podría tener esta política monetaria restrictiva en la eurozona después de los 'shocks' económicos sufridos en forma de disrupciones en las cadenas de suministros o de "inmensa volatilidad" de los precios energéticos.
Por otra parte, Lagarde también se ha referido al proceso de 'near-shoring' por el cual las industrias se deslocalizan a países con costes más reducidos, pero que están cerca de los mercados avanzados en los que se pretende comercializar la producción.
A este respecto, la jefa del BCE ha calificado este fenómeno de "coherente con una buena estrategia de lucha contra el cambio climático" y ha añadido que facilitará un mayor control sobre el transporte, la logística y las cadenas de suministros, en general.