MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La gestora Invesco preé que la desaceleración de la actividad en las economías desarrolladas se hará patente en la primera mitad del año por el ajuste monetario de los bancos centrales, para dejar paso a un segundo semestre de recuperación, por lo que se evitará la recesión y se produciría un mayor apetito por el riesgo por parte de los inversores.
Con todo, la evolución económica, que a escala global crecerá en torno a un 3,5% por el tirón de los mercados emergentes, será dispar dependiendo de la geografía: Estados Unidos, cuya economía ha mostrado una resistencia mayor de la esperada, mantendrá la tónica este ejercicio, mientras que la eurozona registrará un crecimiento plano y la de China se estabilizará en el 4-5%. Así lo han señalado sus analistas este miércoles en un encuentro con los medios de comunicación.
A propósito de China, los ejecutivos de la entidad han explicado que los tiempos con tasas de crecimiento anuales del 7% ya han quedado atrás, en tanto que el Gobierno asiático se centrará en tener un "crecimiento ordenado" y evitar burbujas mientras su modelo se apoye cada vez más en la demanda interna, aunque el volumen de exportaciones seguirá teniendo su peso.
Del lado de la inflación, Invesco ha apuntado que el proceso de bajadas en el nivel de precios será irregular, si bien los efectos que la propiciaron -bienes, materias primas, cadenas de suministro- "se están disipando", especialmente por el impacto de la política monetaria y la retirada de estímulos fiscales.
Además, la normalización de la inflación debería ayudar a que el crecimiento de los salarios reales se reanude en el segundo semestre, han explicado.
Sobre esas previsiones 'macro' y de inflación, pivotarán los bancos centrales, la clave de bóveda que condicionará a su vez la economía y el rumbo que tomen los inversores.
En ese sentido, Invesco ha pronosticado que los recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) comenzarán en torno al ecuador del año, lo que a su vez serviría de apoyo para la recuperación económica en el segundo trimestre.
Por su parte, el informe de la firma ha pormenorizado que el Banco de Inglaterra (BoE) podría liderar los recortes ante la acusada debilidad de su economía, mientras que el Banco de Japón (BoJ) dará la vuelta a su política monetaria para endurecerla de manera moderada y dar fuerza al yen.
En lo referente a los riesgos de este escenario económico, Invesco ha apuntado a los riesgos geopolíticos y al ciclo electoral que atraviesa a gran parte del mundo, especialmente por la parte de las elecciones presidenciales de Estados Unidos; si bien han aducido que las guerras suelen tener menos impacto en el mercado del que se teme en origen.
Además, en cuanto a la cuestión de Taiwán y la pretensión de China sobre ella, habida cuenta de la reciente elección del candidato presidencial en la isla más propenso a la autonomía de China, Invesco ha rebajado las posibilidades de un conflicto bélico, ya que "el modus operandi de China", centrado en la visión a largo a plazo, "no invita a pensar en ello en el medio y largo plazo".
Otros riesgos asociados vendrían del lado de la volatilidad de los precios del petróleo y las tensiones financieras que podrían llevar a episodios como los vividos el pasado marzo en Estados Unidos, por el Silicon Valley Bank, y Europa, por Credit Suisse.
ESTRATEGIA DE ACTIVOS
Invesco ha señalado, con arreglo al escenario propuesto, su preferencia por la renta fija en detrimento de la renta variable, si bien está irá cogiendo atractivo a partir de la segunda mitad del año cuando se produzcan los recortes de tipos de interés y una recuperación de la actividad.
En ese sentido, han apuntado en la deuda a los bonos corporativos de alta calidad, así como de gobiernos, duraciones largas, bonos de mercados emergentes en Asia y títulos de deuda de grado de inversión ('investment grade', en la jerga del sector) de Estados Unidos.
Asimismo, han optado por mantenerse alejados de los bonos 'high yiedl' (mayor rendimiento a costa de un mayor riesgo) ya que "no hay que asumir tanto riesgo ahora mismo para tener una rentabilidad por encima del 4% o 5%".
Para las acciones, han apostado por los sectores cíclicos, las compañías 'value' (que están infraponderadas por el mercado) y las empresas de pequeña capitalización ('small-caps').
En cuanto a las divisas, la senda de recortes de la Fed se traducirá en una debilidad del dólar (no se alcanzará el punto de la paridad con el euro, han aclarado, en tanto que la divisa comunitaria se negocia ahora a 1,08 dólares), lo que servirá de impulso a los mercados emergentes (ya que se financian en la divisa del 'billete verde'), que además no han tenido problemas con la inflación y ofrecen valoraciones baratas en comparación la serie histórica.
"Si analizamos cuál ha sido el promedio histórico de valoraciones en China, nunca en la historia ha estado más abajo", han afirmado para explicar su apuesta por este mercado.
Acerca de los activos alternativos, han expresado su preferencia sobre el crédito privado frente al préstamo, en tanto que al sector de inmobiliario le queda "un poco más" para ofrecer valoraciones atractivas y han anticipado un reajuste de precios a lo largo del año.
En el segmento de materias primas, consideran que es más atractiva la parte de agricultura y energía y que ahora deslucen un tanto los metales industriales y los preciosos, si bien de activos como el oro han remarcado la importancia de tenerlos en cartera por "un efecto diversificador, sobre todo si hay algún momento de mal volante".